Esta Semana Santa pasada, La Boca demostró estar viva en sus tradiciones y ser más que fútbol, el caminito, fugazza y fainá. Un ejemplo concreto de esto es la verdadera fiesta espiritual que se vivió durante cuatro días en el Santuario Nuestra Señora Madre de los Emigrantes, comenzando con la tradicional ceremonia de lavado de pies, en imitacion de este humilde acto de Jesús y con un emotivo Via Crucis por las calles del barrio, a cargo del grupo joven de la Iglesia, quienes representaron con honda emoción la pasión de Cristo en cada una de las quince estaciones, venciendo al frio de la noche y durante el cual se sintió verdaderamente que las entrañas del barrio están vivas y laten más alla de las postales turísticas.
El sábado por la noche se procedió al encendido del fuego en las afueras del santuario en una noche fría y ventosa, que no detuvo a los feligreses, quienes ingresaron con sus velas encendidas, brindando una imagen impresionante en medio de la total oscuridad y viviendo un momento conmovedor, al renovar los presentes sus promesas baustismales, para concluir con una tradicional misa pascual.
Felicitamos al Párroco RVP Flavio Lauria y los Padres Sante, José Juan y Tonino, por poner lo mejor de si mismos para estas celebraciones