A continuación transcribimos una importante noticia que salió publicada en el «noticiero santiaguista» que edita y difunde Roberto Naone, de La Comunidad Santiago Apóstol de La Boca. La misma consiste en la particpación de la Comunidad en los festejos del 75 aniversario del Congreso Eucarístico Internacional.
Palermo, Ciudad de Buenos Aires, Viérnes 27 agosto 2010 hora 10:00
RECORDACIÓN 50 AÑOS DE LA GRAN MISIÓN DE BUENOS AIRES
10:00 Avenidas Del Libertador y Sarmiento
11:00 Parroquia Sagrada Eucaristía. Av. Santa Fe y
Uriarte
A 50 años de la Gran Misión de Buenos Aires
Organizado por la Vicaría Zonal Flores, cuyo vicario episcopal es
monseñor Luis Alberto Fernández, con la colaboración de la Junta de
Historia Eclesiástica Argentina, preside el presbítero Luis Alberto
Lahitou, la arquidiócesis porteña se prepara a celebrar los 50 años de
la Gran Misión de Buenos Aires y del Primer Congreso Mariano
Interamericano.
El acto central tendrá lugar el viernes 27 a las 10, en la intersección
de las avenidas Del Libertador y Sarmiento, donde se bendecirá e
inaugurará el monumento recordatorio del 75º aniversario del XXXII
Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Buenos Aires en 1934;
también recordatorio de la Gran Misión de Buenos Aires y del Primer
Congreso Mariano Interamericano.
El acto contará con la presencia del nuncio apostólico, monseñor Adriano
Bernardini; del obispo auxiliar y vicario general de la arquidiócesis de
Buenos Aires, monseñor Joaquín Mariano Sucunza; de los obispos
auxiliares de la arquidiócesis; de autoridades del gobierno de la ciudad
de Buenos Aires y de miembros de la Legislatura porteña.
De 11 a 13, en la parroquia Sagrada Eucaristía (avenida Santa Fe y
Uriarte), habrá un acto académico en recordación de la Gran Misión de
Buenos Aires, en el que el presbítero licenciado Luis Alberto Lahitou
resumirá las actividades de la Gran Misión y del Congreso Mariano
Interamericano. Posteriormente se presentará un video en el cual se
muestra la construcción del altar monumental y el cierre del Congreso
Mariano.
El encuentro concluirá con las palabras de padre Jesús Matute Bartolomé,
de La Rioja, España, quien fue uno de los misioneros que vino
especialmente de España para participar en la Gran Misión de Buenos
Aires.
Finalmente, el domingo 29 de agosto, a las 10, se celebrará una misa en
recuerdo de estos acontecimientos eclesiales en la basílica nacional de
Nuestra Señora de Luján, donde se bendecirá y colocará una placa,
testimoniará el 50º aniversario de la primera visita de la auténtica
imagen de la Virgen de Luján a la ciudad de Buenos Aires.
Los antecedentes de La Gran Misión
En 1960 la ciudad de Buenos Aires vivió una movilización espiritual como
nunca antes se había visto. Se llamó la “Gran Misión de Buenos Aires”,
que abarcó además de la capital federal, los partidos del Gran Buenos
Aires comprendidos en las actuales diócesis de Avellaneda-Lanús,
Quilmes, Lomas de Zamora, San Justo, Gregorio de Laferrere, Morón,
Merlo-Moreno, San Martín y San Isidro.
Una meticulosa organización, cubrió toda esta región con centros de
misión instalados en parroquias, capillas, centros vecinales y clubes
barriales. Varios centenares de sacerdotes y numerosos obispos venidos
del interior del país, de países de Iberomérica y de España, fueron
distribuidos en esos centros de misión, muchos de los cuales con el
tiempo devinieron en nuevas parroquias.
Los misioneros también realizaron visitas a los enfermos en los
hospitales, a los privados de libertad en las cárceles, y a todos los
que de algún modo estaban necesitando la presencia de Cristo en sus
vidas.
La Gran Misión fue puesta bajo el maternal patrocinio de la Santísima
Virgen en su advocación de Nuestra Señora de Luján, por lo que una
multitud de réplicas de su imagen fueron llevadas por los misioneros a
plazas, calles, hogares, hospitales, cárceles y escuelas religiosas.
Asimismo se acuñaron miles y miles de botones con la imagen de la Virgen
de Luján teniendo como fondo la Cruz del Congreso Eucarístico
Internacional, que lucieron en sus pechos miles de argentinos hasta
durante muchos años después de la Misión.
Primer Congreso Mariano Interamericano
Casi simultáneamente con esta Gran Misión, duró en sus tres etapas de
septiembre a noviembre, se realizó en octubre de 1960 el Primer Congreso
Mariano Interamericano, acontecimiento diera lugar a una serie de
grandes celebraciones en un altar monumental, levantado en el mismo
lugar del Congreso Eucarístico Internacional de 1934, en el cruce de las
avenidas Del Libertador y Sarmiento en la zona de los bosques de
Palermo.
Se encomendó al arquitecto Amancio Williams la ejecución de un escenario
adecuado a los fines de los actos del Congreso y éste diseñó una
pirámide que envolvía al Monumento de los Españoles, junto al cual se
erigió una airosa cruz de acero. La gigantesca pirámide, de caras
triangulares se recubrió de láminas de acrílico de colores azulados y,
en medio de los cuatro frentes, una imagen monumental de Nuestra Señora
de Luján.
El aspecto del conjunto, imponente por sí mismo, sin embargo fue opacado
por otra presencia mucho más significativa al conjunto escenográfico, la
presencia de numerosos prelados venidos de las diócesis del país y del
extranjero, como la presencia del legado pontificio, y las multitudes de
sacerdotes, seminaristas, niños y fieles.
La estrella de esa convocatoria popular fue un simple y sencillo
acontecimiento: después de 330 años, por primera vez la imagen auténtica
de la Virgen de Luján volvía a transitar las calles de la región. La
misma antes había recorrido las polvorientas calles de la aldea colonial
en el seno del buche de una carreta, escondida dentro de un simple
embalaje de madera, ahora reaparecía en toda su majestad en medio del
pueblo la aclamaba.
En una carroza autopropulsada, bajo un sencillo baldaquín dorado,
cubierta de flores del pueblo que la aclamaba, pasó por buena parte del
territorio misional y fue recibida oficialmente en la plaza de Mayo.
La presencia de las autoridades religiosas, civiles y militares y de la
feligresía marcó un nuevo hito en la historia de las reuniones
religiosas en Buenos Aires, pareció nadie quiso quedarse fuera de ese
encuentro con la Madre de la Patria, cuando venía nuevamente a la gran
ciudad.
Mientras se desarrollaron los actos de la Misión la sagrada imagen los
acompañó con su presencia y retornó a su santuario de Luján en el mes de
noviembre. La Gran Misión concluyó en noviembre, mientras la Iglesia en
la Argentina y en el resto del Mundo estaban pendientes de los trabajos
iniciales del Concilio Ecuménico Vaticano II.
Buenos Aires, 5 Ago. 10 (AICA)