» DOS SEPULCROS, LA VISION DE BARRACA PENA, DEL ESCRITOR MEXICANO YURI HERRERA «

A continuacion publicamos un extracto de «Dos Sepulcros» Trabajo realizado por el escritor mexicano Yuri Herrera quien visito Buenos Aires en 2011 dentro del marco del programa «La Ciudad Contada» organizado por la Unesco y el Gobierno de la Ciudad Autonoma de Buenos Aires.

«El escritor mexicano Yuri Herrera, acaso uno de los mejores narradores latinoamericanos de su generación» tal la definicion de los medios de prensa especializados, visito el barrio de La Boca de la mano de los Miembros Fundadores de la Junta Autentica de Historia y Cultura de La Boca del Riachuelo, Eduardo Alvelo y Roberto Naone, Junto a la escritora ecuatoriana tambien invitada por el mencionado programa Gabriela Aleman (autora de Buenos Aires Chroma Color) y miembros del Instituto Nacional Browniano, con quienes realizo una travesia «baqueana riberena» que finalizo precisamente en Barraca Pena, la cual le inspriro para el trabajo que hoy difundimos.

«Es un sábado de marzo y en la calle Salvadores hay un
hombre, uno solo, descargando un paquete de un camión a
una camioneta. Es el barrio chino, en La Boca, a unas cuadras
de lo que los afiches llaman La Boca. Calles empedradas,
perros sueltos; bodegas y bodegas penando abandono. Ya
no hay chinos en el barrio chino, sólo el recuerdo de que
trabajaban tintorerías; ya tampoco hay ruido de carga y
descarga, ni se escuchan, todavía, las máquinas que van
a hacer del puerto un nuevo “desarrollo comercial”; es un
momento como de tensa belleza entre ruinas de dos épocas.
Al fondo corren el Riachuelo y la avenida Pedro de
Mendoza, donde está la Barraca Merlo, en su fachada
sobrevive un mural de trabajadores portuarios que descarga
un barco, y la Barraca Espada, cuyo frontispicio corona
una espada de doble filo. Después hay un galpón que solía
animar un grupo de prostitutas polacas cuando el puerto – 54 –
era puerto. Luego está la Barraca Peña, donde un guardia
cuida los restos de su pasado lanero, piezas, fotos,acuarelas.
Un perro entra y sale de la barraca, se adelanta como si
supiera qué sigue: una nave de paredes de piedra, las más
viejas de la Barraca Peña, sin techo, el suelo crecido de
hierba. Ahí, debajo de una alfombra de hierba silvestre, ahí
está enterrado el Galeón de Puerto Madero.
El 30 de diciembre de 2008, arqueólogos que excavaban
en Puerto Madero un tramo pantanoso donde se construiría
una torre de oficinas, viviendas y un centro comercial,
vieron emerger un puñado de cañones, y detrás de él un
barco. Fue por eso que de inmediato se le denominó “el
Galeón de Puerto Madero”, aunque más tarde se descubrió
que en realidad se trataba de un pescio mercante español del
siglo XVIII. ¿Qué hacer con esa nave que parecía defender
su cargamento apenas se la había avistado? Se pensó en
dejarla ahí bajo una cúpula protectora, pero ni había el
dinero para conservarla ni había modo de evitar que, una
vez despertado de su sueño de hipotermia, comenzara a
desintegrarse. Mientras se decidía su destino, se limpiaron
los restos, entre los que hallaron vasijas, platos, tazas y
hasta aceite de oliva procedente de Sevilla. Se descubrió
también que los cañones no eran para guerrear, sino que se
utilizaban como lastre.
Ahí lo tuvieron, reconociendo los elementos en el siglo
XXI, hasta que quince meses después fue empacado en
tela protectora, elevado por grúas y transportado por vía
terrestre hacia la Boca. En la Barraca Peña se abrió un
pozo que fue recubierto con geotextil y en él se vertió agua
y tierra, para tratar de reproducir las condiciones en que se – 55 –
había conservado durante tres siglos. Bajaron el galeón, lo
cubrieron de tierra y el 4 de abril de este año un temporal tiró
una de las paredes de la Barraca sobre la cámara del galeón.
Ahí sigue, aguantando, como tantas otras cosas y gente y
símbolos a los que se alienta en las paredes de los baños, en
los muros de las grandes avenidas, en los callejones.

Aguante Cristina
Aguante Diego
Aguante River
Aguante Harry Potter
Aguante Fanny
Aguante Mariguana
Aguante Quinquela

Extraido de «La ciudad contada» Buenos Aires en la mirada d ela nueva narrativa hispanica.

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