Agustín Miño es un sobreviviente, una «rara avis» en La Boca actual. El llegó al barrio a los 21 años desde su Entre Ríos natal, motivado por el riachuelo, el agua «elemento vital» para el, aun hoy en día.
Su profesión de marino lo ha llevado a estar en puertos como Osaka, Vancouver, Pakistan, Bangladesh y por supuesto los de cabotaje. Nos encontramos con el en su galpón en Lamadrid y Brown, en donde en este momento se encontraba desplegado el telar para armar cabos de amarre, actividad a la que Agustín Miño dedica su tiempo en estos momentos alternando con viajes a Paraá en donde está su familia.
Dentro del galpón conviven 7 gatos y dos perros en total armonía, que no se alteraron con la presencia mia y de Roberto., quien luego de acomodarle el micrófono se sentó y comenzó con su relato, absolutamente coherente de la vida marina en la ribera, de las viejas cantinas y cines que ya no están, de la vida a bordo y de como en esta profesión actual encontró una manera de ganarse la vida y seguir así vinculado a su oficio.-