Lugar: Pinzón e Irala, Estudio-Taller de Osvaldo Sanguinetti
Osvaldo Sanguinetti fue definido de acuerdo a lo que me contó Carlos Semino por Rafael Squirru, como el «último de los mohicanos» del arte boquense.
El Sábado pasado fuimos con Roberto a encontrarnos con el en su taller para filmar su historia. El mismo se encuentra en la que fuera casa de sus abuelos en la calle Pinzón a una cuadra de la bombonera, allí Carlos ya nos esperaba impaciente junto al maestro.
Luego de acomodar los micrófonos y buscar el plano, se inició la charla en la cual Sanguinetti, con lujo de detalles, recordó La Boca de su niñez, el puerto, los frigoríficos, el puente «Brown», el trabajo, el hecho de mantener los dialéctos genoveses como parte de mantener la raíces itálicas en lo que fuera conocido como » la piccola Italia».
También recordó sus inicios en la Universidad de La Boca con Marcos Tiglio, sus métodos de enseñanaza y como el maestro les decía «no vengan más» cuando ya consideraba, les había enseñado todo lo necesario. De allí en más el comienzo de una carrera que incluyó exposiciones en los lugares más destacados del barrio, de Avellaneda, y de la capital.
Una cuestión recurrente fueron las migraciones de las familias tradicionales de La Boca, por otras provenientes de países limítrofes como como Perú, Paraguay y Uruguay y la pérdida del trabajo, del arte y sus recuerdos del «Bermellón» segunda época.
De esta manera, pudimos completar con el testimonio que anteriormente brindara Roque Menaglio, la historia de este grupo, merced a los recuerdos de sus dos últimos integrantes vivos.-